sábado, 7 de agosto de 2010

Coincidencias

El único libro que he maltratado por accidente fue Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño. No sé si Calamardo (que fue quien me lo prestó) sabe que el libro que le devolví no era el mismo. Lo conseguí idéntico, de Anagrama, porque el original lo mojó una ola de la playa de Las Canteras y no podía devolvérselo así. Además, el agua afectó al pegamento y se le iban saliendo las hojas. El ejemplar herido tampoco lo tengo en estos momentos, se lo presté a mi hermano y no sé dónde anda. Pues bien, viendo el documental sobre Roberto Bolaño ( http://www.rtve.es/mediateca/videos/20100724/imprescindibles-24-07-2010-roberto-bolano/837975.shtml ) veo que incluye fragmentos de una entrevista donde nombra a su gran amigo, el poeta Mario Santiago Papasquiaro y donde nada menos que relata cómo se asombró de tanto que leía que fue el único hombre que vio leer en la ducha. Al parecer se duchaba con un brazo estirado sujetando un libro. Lo peor dice Bolaño es que eran sus libros, e inmediatamente me acordé del ejemplar de Los detectives salvajes mojado en la playa. Es imposible no establecer una conexión. Parece que de una manera u otra, en un continente u otro, en unas manos u otras, los libros de Bolaño están expuestos al riesgo por agua.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Leer en la ducha...