sábado, 14 de agosto de 2010

Religiones Alternativas

Texto de alguna manera relacionado con las entradas de El Gen Calamardo (ver enlaces a otros blogs).

Llamar al ateísmo una religión me parece una reacción (fuerza contraria de sentido opuesto) a tanto cura molesto de los últimos varios siglos. Con lo de molesto quizá me quede corto: debe molestar bastante, y no sólo el humo en los ojos, que a uno le quemen en una hoguera, o le tiren piedras hasta matarlo. En fin. Yo no sé bien si Dios existe, pero bastante claro parece que los de uso común están hechos a imagen y semejanza del hombre, justo lo contrario de lo que muchos proclaman. Mi madre, que se tiene por religiosa, reza para que gane España, sin tener en cuenta que los holandeses también son criaturas del señor. Eso sí, vista la entrada de De Jong, serán devotos de dioses paganos que se relamen con sacrificios humanos.

No veo por qué Dios tiene que evitar una riada donde perezcan cientos de personas si con su muerte alimentarán a bacterias que continuarán el ciclo de la vida o de la materia. Un estado de cosas del que formamos parte pero del que no veo que seamos protagonistas. Maravillarnos de esta organización de la materia que llamamos vida, tanto nuestra, como de otros animales o palntas, me parece también la consecuencia de un fuerte ombligismo. Si no se hubiera desarrolado la “vida inteligente” no estaríamos aquí para maravillarnos de su existencia (creo que esto se llama principio antrópico o así, o que tiene alguna relación). Una cosa es tan necesaria a la otra que no puede maravillar de ninguna manera.

La observación directa de Dios no creo que sea posible, así que habrá que mirarlo en el reflejo que ha provocado en el hombre. ¿Si tantos han creído en Dios o en dioses a lo largo del tiempo tendrá que existir? Lo que es evidente es la necesidad de creer que Dios existe, pero yo no aventuraría mucho más. ¿Qué revela esta creencia común y pancultural? El absoluto sentimiento de desvalimiento del hombre en el mundo y la dificultad de tragar y digerir esto sin bicarbonato. Y como con cada necesidad, y como con cada miedo, no falta quien los use en su beneficio. Y hace gracia lo multiforme de la carnavalería que se monta: las máscaras de los hechiceros, los gorros del papa, las chilabas negras...un espectáculo que si Dios lo viera no apagaría el televisor.

1 comentario:

Riforfo Rex dijo...

En el principio era el verbo. Y el verbo era Dios. Esto es, dios es la palabra. La propia palabra Dios es Dios. Todas las cosas fueron hechas por él. Por el verbo.
Descartes dice: pienso luego existo. Esta es la constatación primera. Partamos de ahí y no vayamos más atrás.