lunes, 20 de junio de 2011

Notoriedad

El señor Q quería notoriedad, por eso puso una bomba en el parque y reventó el vientre de dos paseantes.

El señor D deseaba ser reconocido y fue corriendo a filmar las tripas para su cadena de televisión.

La señora S sólo quería dar información de primera mano, destacar entre sus amigas, y llamó a Felisa para que encendiera la tele y viera las tripas en directo antes de que algún perro se las llevara.

Yo también quiero la fama y este jueves subo al campanario de mi pueblo y me la meneo. ¡Qué Dios me perdone!

2 comentarios:

Antonio Lino Rivero Chaparro dijo...

¡Este audio es una joya Juanjo!

¡Un saludo, a ti y a la narradora!

Rubén Benítez dijo...

En efecto, el audio es una joya. Y el texto tampoco tiene desperdicio. Por su propia salud mental, espero que la narradora del texto no sea tu madre. La pobre no tiene la culpa de que su hijo escriba esas cosas.
Por otro lado, me gustaría ver la cara que se le queda al cura de tu pueblo cuando vea cómo ha errado el camino uno de sus monaguillos preferidos.