martes, 3 de septiembre de 2013

Diario de un amargado, de Federico Montalbán López

La foto canónica de escritor (yo mismo tengo una) incluye una estantería repleta de libros en el fondo (desenfocada para no dar pistas de las preferencias literarias), cabeza pesadamente soportada por la mano y brazo acodado en mesa o sillón. La que me he podido conseguir en la red del autor Federico Montalbán López le muestra pelando papas, frente a su portátil, en una cocina de aire ochentero, si no setentero. Lleva corbata y delantal.

Diario de un amargado, editado por Morsa, es literatura en pantuflas y de la buena. Tiene forma de diario, así que no sé si es una novela, ni creo que importe. Son las anotaciones de un personaje que podría ser yo mismo o cualquiera de ustedes. Está en el paro, obligado a hacer de amo de casa, con dos gemelas pequeñas y revoltosas, con una esposa y un hermano que desarrollan una exitosa carrera profesional y unos padres enfermos. Es decir, un personaje bastante corriente si no fuera porque padece la suficiente lucidez para estar en las fronteras del desequilibrio mental y ser capaz de contarlo, con no pocas referencias literarias, de una manera que rezuma inteligencia y humor en cada línea. A mí me resultan especialmente graciosas sus conversaciones con un ratón que le da la contraparte.

Redondea el libro unas muy buenas ilustraciones, que vienen al pelo de las entradas del diario.

La editorial es Morsa, que debe ser pequeña y quizá haya incluso desaparecido. El enlace a ella que he encontrado en la red no se actualiza desde hace mucho, tanto que ni siquiera aparece este libro, que es posterior a esa fecha.

No he llegado a este libro por Babelia precisamente. Un amigo nos lo recomendó hace tiempo y en una visita a Barcelona reciente nos entregó el ejemplar.

Si en la entrada anterior escribía sobre la literatura que reflexiona sobre la desigualdad y denuncia la injusticia, en esta defiendo un libro que refleja el mundo íntimo de un fulano que podría ser uno de nosotros que acertara a juntar letras con tanto arte. Inescrutables son los caminos de la literatura.

2 comentarios:

Ela Alvarado dijo...

¿No te has planteado montar una biblioteca o publicitar editoriales en tu blog? Ganarías un pico porque yo a cada reseña tuya que leo, me apunto un título. ¡¡Genial!! Igual te planteas ahora cambiar esa foto tuya de escritor, no sé... ¿gallinas de fondo? ¿cervezas? ¿en una hamaca en la terraza de un amigo? Habrá que replantearse la imagen del escritor. ;-)

Juanjo Rodríguez dijo...

Gracias por el comentario.
La suerte que tengo es que como no soy profesional de la crítica escribo de los libros que me da la gana, normalmente los que me han gustado, los otros los dejo al poco y no me considero autorizado a escribir sobre ellos.
El genial este Federico Montalbán, me encanta su foto pelando papas (patatas diría él, que es de Murcia).

Eso de las gallinas de fondo me gusta casi tanto como las cervezas, aunque ya sabes que nuestro editor nos pidió una foto de grupo donde no aparecieran botellas. Alguien se había chivado porque en aquella época se supone que apenas nos conocía.