Quisiera ir mañana al trabajo
sin cambiarme de camisa
y con la barba crecida.
No abrir los ojos, mantenerlos cerrados
mientras ruge el motor de la oficina
con chasquido de tiempo triturado.
Volver a casa con las manos metidas
en los bolsillos las inútiles manos
que no han hecho otra cosa que jugar con la mentira.
Sacarlas con asco para entregar el dinero ganado,
y quitarme un gran peso de encima.
Y empezar el trabajo
con el que nadie dice que se gana la vida.
Agustín Millares Sall (1917-1989)
3 comentarios:
¡Qué regalo! Este poema de Agustín no lo conocía, ¡gracias!
Antonio Lino.
http://nopuedousarlaeneconbigote.blogspot.com.es/2010/05/alonso-quesada.html
Hay que recordar también el de Alonso Quesada
Yo gano el pan de infeliz manera/porque yo no nací para estas cosas
Una lectura memorable, con esa voz grave y cavernosa a la que JJ nos tiene acostumbrados.
Y el poema no tiene desperdicio. Este Agustín Milleres Sall, otro "desajustado".
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